miércoles, 25 de mayo de 2011

SOCIALISMO O COMUNISMO ¿CUAL?


Desde hace aproximadamente 10 años se desató en América Latina una oleada o mejor dicho se reavivó lo que algunos llaman las corrientes políticas progresistas, o socialistas y otras no tan progresistas ni socialistas sino que conforman un hibrido socialista comunista que es la peor forma de gobierno que aposentarse pueda en cualquiera de nuestras naciones. Esto unido a un populismo exacerbado que es uno de los ingredientes perversos que acompañan generalmente a los gobiernos de este corte llamado socialista.

Venezuela prácticamente hace la apertura en nuestra América meridional del primer régimen socialista pro comunista de su historia con la asunción al poder del comandante Hugo Rafael Chávez Frías un militar que debe su popularidad al intento de golpe de estado gestado en contra del presidente Carlos Andrés Pérez, que luego de su fracaso fue encarcelado en la cárcel de Yare y que luego fuera indultado por el presidente Rafael Caldera Rodríguez haciendo uso de una facultad que confiere la Constitución de la republica. No existen precedentes en la historia reciente de la republica de ningún gobierno parecido a este.

El presidente Chávez gana su primera presidencia, basando su campaña electoral en un discurso enteramente populista vendido a las clases más desposeídas que se encontraban decepcionadas, frustradas por el desempeño de los últimos dos gobiernos constitucionales que precedieron a Chávez al frente del país, un país rentista como Venezuela en ese momento se encontraba con una economía deprimida por los bajos precios del petróleo y el resto de las materias primas de exportación: hierro, acero, aluminio, para el momento empezaban a vislumbrarse en el panorama nacional la crisis social que nos acompaña hasta ahora, incluso en algunos segmentos más agudas que antes tal como, la vivienda, la inseguridad personal, la justicia, y tantas otras que nos llevaría un tiempo precioso plasmar acá.

Esa onda corrió como un terremoto por el resto de América del sur, surgiendo regímenes con las mismas características; autoritarismo, desprecio por las leyes, atropello de los derechos humanos, exclusión, sectarismo, la prostitución de la justicia. Como se explica eso; bien los pueblos tienen necesidades, carencias, insalubridad, analfabetismo, ignorancia, desconocimiento de sus derechos. Cuando la gente piensa que han sido traicionados con razón o sin ella, pasan a una etapa casi de indiferencia, trasladando sus frustraciones a los que ellos creen son los culpables de todos sus males. ¿Quiénes? los gobiernos anteriores que pasan a ser los pillos, los defraudadores, los diablos, la escoria.

Aquí es donde los gobiernos socialistas-comunistas, practican el populismo más sucio, el más deleznable, el más malsano, sin importar cuánto daño se le hace a un país, dividiéndolo, polarizándolo, convirtiéndolos en enemigos de sus compatriotas, de sus hermanos de nación, de patria. Esta acción perversa perdurará todo el tiempo que la gente tarde en recobrar la conciencia, que retome el camino claro, el camino que los conduzca de nuevo al raciocinio, al perdón, a la reconciliación.

La reconciliación debe ser una cruzada emprendida por todos los ciudadanos, con empeño, sin desmayo pensando en el mejor país que queremos, que nos conduzca al progreso, a la refundación de las instituciones y, el fin; a la refundación del país. América Latina toda, sus ciudadanos, su gente en general, debe tener como norte rescatar a sus naciones de las garras de un comunismo disfrazado de socialismo reivindicante, progresista. Los regímenes hijos de estas ideologías retrogradas todas ellas, han conducido a un sinnúmero de países a la ruina, de países prósperos los han convertido en naciones paupérrimas carentes de lo más necesario, dependientes de los vaivenes de la economía internacional, puesto que en su mayoría son países mono productores de alguna materia prima natural.

 Ejemplos: sobran, los más emblemáticos; la desaparecida Unión Soviética (URSS), hoy Rusia aún no recuperada del todo, Cuba que después de más de 40 años de dictadura, su anciano líder Fidel Castro y su hermano Raúl reconocen el fracaso del comunismo como sistema de gobierno. Esas caras no son de cinismo son; de concreto por no decir de granito. Que explicación para darle al sufrido pueblo cubano. Los presidentes Lula Da Silva en Brasil, Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador, los Kirchner en Argentina y otros mandatarios menos, han manejado a sus países como les ha dado la gana, gracias al favor popular que algunos aún detentan.

Han hecho campaña electoral en franco desacato a las Constituciones de sus países, autoritarios, la han emprendido contra la libertad de expresión varios de ellos, confiscado canales de televisión, periódicos, cerradas y confiscadas empresas que no comulgan con sus métodos de gobierno, se persigue al que dice la verdad y en algunos casos se tutela a los corruptos, se les protege, sectarismo galopante. Sería prolijo seguir desglosando la inconveniencia de estos regímenes “progresistas”. Para terminar a los opositores se les descalifica, se vituperan, se insultan y se les injuria y de ser posible se les fabrica un expediente para mandarlos a la cárcel, hay ejemplos por doquier.