sábado, 26 de febrero de 2011

SOCIEDAD, CIVISMO Y DEMOCRACIA

Son tan complejas las estructuras sociales y más allá el progreso de las organizaciones hacia verdaderos sistemas democráticos que es perentorio exigir cada día la participación de toda la sociedad o ciudadanía. La democracia no es viable sin la participación de los ciudadanos, en el escenario nacional, ni internacional, ni más allá. Por ello la solidaridad en cada uno de los diferentes segmentos del universo social, constituye ciertamente el basamento más firme de la acción cívica. Luego entonces son obligaciones ciudadanas primordiales. Cuando participamos o transitamos los canales de inclusión pública se potencian la efectividad de los cargos y servicios públicos y se asume la responsabilidad de los mismos para una mejor gestión.


Nuestra contribución a la mejora en la calidad de vida de nuestra sociedad, haciendo un ejercicio de responsabilidad en la realización de las acciones laborales, en su desempeño o, por otro lado el caso particular de los estudiantes, mediante el rendimiento aplicado de los medios de formación de que son acreedores, en particular cuando son beneficiados con fondos públicos.

La participación responsable con plena libertad a elecciones o acciones comiciales en las diferentes opciones a que hubiere lugar netamente democráticas con el voto. Además de participar económicamente con el sostenimiento del estado, exigir a su vez del mismo y de sus dirigentes una gestión cristalina, honesta, justa. Tener el mayor respeto por las instituciones, la majestad del estado o en su defecto hacerlo extensivo a los diferentes niveles del mismo.

Respetar los diferentes grupos étnicos, culturales, cívicos, a los partidos políticos, asociaciones, entidades, asentados sobre bases enteramente democráticas. No significando esto que el civismo tal como es; representa conformismo social. La alterabilidad político democrática es deseable; lo cual garantiza de hecho regímenes más sanos para el gobierno de cualquier país, con garantías para el ciudadano de participar en la corriente ideológica de su preferencia, pertenecer a la filosofía política que mejor se le acomode, ejercer y practicar acciones de oposición, manifestar libremente, manifestar su voluntad y acción de elegir en los comicios electorales.

La conciencia democrática está fundamentada en una disciplina cívica correcta, esta manifestación no está solamente en una mera actitud responsable y coherente frente al estado sino; también en las diferentes instancias de la actividad diaria de la ciudadanía en su localidad, en las asociaciones, e instituciones que dan forma y conforman al estado. Existe una responsabilidad real del ciudadano frente al estado; sin ciudadanos no hay estado ni instituciones, además de que este debe tener conciencia de sus derechos y deberes y así mismo; el estado es responsable por sus ciudadanos; por su educación, por su bienestar, sus necesidades, la familia, la seguridad personal, nuestros semejantes de la tercera edad. Para terminar el ciudadano debe aplicar la solidaridad como principio y valor con sus conciudadanos, el respeto por los derechos de los demás; no olvidando que donde terminan los nuestros comienza el de ellos; existen caminos de participación que generan estructuras de sostenimiento de la sociedad en general, que de hecho sustentan todo el entramado social del estado y la sociedad misma.

                                                                             TIPS

Las sociedades en general se atrincheran en estructuras de participación, donde convergen personas afines a las mismas ideas, disciplinas, aficiones etc. En estas asociaciones, instituciones o grupos hacen su manifestación o mejor dicho se generan estas para participar en sociedad en cualquier fin común a todos. Fue esta inclinación del ser humano para trabajar con el concurso de sus semejantes, remediar sus necesidades crecientes, en todos los ámbitos, para llegar así al nacimiento de la familia, las tribus, las sociedades secretas y todo lo que contribuyera a vivir en sociedad, tal cual lo conocemos hoy.



Gerag