martes, 27 de diciembre de 2011

EL TEMOR NO TIENE LÍMITES



El temor no tiene límites

Las fobias son un particular tipo de neurosis que están caracterizadas por miedos ilógicos a ciertos estímulos; en sus características tienen la capacidad de marcar límites en el entorno de acción de las personas. Existe una cantidad considerable de tratamientos que ayudan a minimizar la tención que se produce para recuperar el control.

Fobias limitantes

Por ejemplo hay personas que les aterran los espacios  
cerrados. Todo es tan difícil y frustrante, el saberse afectado por esta fobia (claustrofobia), tan limitante en el accionar cotidiano de las personas, entrar en un ascensor, cuando entran al baño tienen que dejar la puerta abierta y nada que ver con la habitación de un apartamento que, por regla general son pequeños y sin ventanas.
Hay infinidad de estímulos que tienen la capacidad de despertar un temor que supera toda acción de auto control; para muestra la gran cantidad de fobias que se conocen hoy en día. En casos extremos un minúsculo ratoncito es capaz de lograr que la persona más circunscupecta se suba de un salto en una mesa (especialmente las mujeres), o que otra; impaciente decida soportar varias horas de viaje por tierra en un auto por no montarse en un avión

Las fobias ¿neurosis?

El psiquiatra y psicoanalista Arnaldo Montaner dice que una fobia se define como una neurosis que se caracteriza por un temor irracional y exagerado ante un objeto o un ser (un gato),  una circunstancia (un examen médico), o una función corporal (ruborizarse en público), por ejemplo.
Antes de ahondar en la seriedad de este problema, es necesario clarificar primero todo lo que las fobias no son; no se debe confundir este término con otras manifestaciones psicológicas como el miedo común. Aclara el precitado psiquiatra que son reacciones distintas en magnitud. “una persona que tiene un miedo simple a los aviones sabe que hay un riesgo de que pueda haber un accidente, pero igual se monta; si tuviera un fobia como tal, estaría tan aterrada que no podría hacerlo. Alguien con miedo a las serpientes no quiere tocarlas, pero un fóbico no puede verlas ni en fotos”.

¿Qué es una fobia?

Una fobia tampoco tiene que ver con un ataque de pánico, puesto que este se presenta de manera súbita e intensa, sin motivo aparente. “Es cierto que el miedo simple, la fobia, el pánico, y la ansiedad comparten una misma base de reacciones fisiológicas, que son producto de la alteración del sistema neurovegetativo”.
Los síntomas son comunes: palpitaciones, dificultad para respirar, manos frías y sudorosas, deseos de evacuar, palidez. Sin embargo, tales manifestaciones son diferentes en cuanto a lo psicológico
El pánico no tiene que ver con un objeto determinado; se debe más bien a un estímulo que no es consciente. “La persona de pronto siente algo parecido a un infarto, con un miedo que lo paraliza; se sienta porque cree que le va a dar algo y no puede levantarse. Es un ataque tan repentino como un rayo en un día despejado. El pánico puede incluir eventualmente a que el individuo le aterre salir porque teme que le dé otra crisis”. El especialista añade que quienes sufren de fobias, ansiedades o pánico, son personas a la que le cuesta relajarse. Según el caso, la angustia puede tender a manifestarse más por una de estas formas que por otra.

Plantar cara al susto

¿Qué debe hacer un fóbico si se encuentra repentinamente con ese estímulo amenazante? La respuesta es fácil de decir, pero de difícil aplicación en el momento. “Hay que relajarse y respirar profundo”. Generalmente, se aconseja aprender técnicas de relajación, que pueden ir desde el yoga hasta cualquier tipo de ejercicio. Mientras más limitante sea la fobia, es más importante tratarla.

Diferentes tarapias

Hay varias formas de terapias para erradicar ese temor, entre los cuales se destacan el tratamiento conductista, la terapia cognitiva y el tratamiento psicodinámico. El primero se concentra en una desensibilización sistemática, aproximando progresivamente al sujeto a ese objeto fobígeno hasta que le genere muy poca o ninguna angustia. La terapia cognitiva va más bien a las distorsiones del pensamiento que se producen con relación a ese objeto o situación.
Porque existen una serie de ideas que esa persona tiene, que necesitan corregirse. “En ambos abordajes no interesa tanto al trasfondo, sin quitar la fobia y punto. Eso es lo que la persona siente como una limitación, independientemente del significado”, acota Montaner. Por su parte, el tratamiento psicodinámico toma la fobia como un síntoma; “no le interesa resolver la fobia en poco tiempo ni alrededor de ese objeto, por que se plantea que es posible sustituir una fobia por otra y además asume que es una señal de esa estructura de personalidad, que es lo que hay que tratar”.

Lo que se debe hacer

Busca las raíces de esos temores, que por lo general se remontan a la infancia. Por eso es mucho más largo, porque tiene metas mucho más ambiciosas que las de los otros dos. Hay más tratamientos, pero eso son algunos de los que más se utilizan en las fobias.
¿Qué no se debe hacer al tratar una persona fóbica? “En primer lugar, jamás hay que obligarla a enfrentar directamente con eso que le infunde terror. Minimizar su miedo no es aconsejable. Esa persona que lo presiona, tiene a su vez algún estímulo al que le teme y no le gustaría que irrespetaran su aprensión. “Para la persona fóbica, un ascensor puede causar el mismo temor que un león feroz, aunque los estímulos sean diferentes”, dice el experto.

twitter @germanagraz