sábado, 24 de noviembre de 2012

Creencia de los niños

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Creencia de los niños

Durante la edad infantil nuestra mente está tomada en grado sumo por el pensamiento mágico, el cual no funciona por la leyes comunes de la realidad sino; por asociaciones particulares provenientes del mundo emocional. Tomemos este ejemplo; el niño cree en monstruos y fantasmas que le acechan, porque sus emociones así se lo dicen y poco logra el adulto tratando de tranquilizarlo con explicaciones basada en la racionalidad.
De igual manera pasará con los superhéroes o las entidades sobrenaturales que le ayudan a compensar sus más enquistados miedos y temores

Comportamiento

Huellas de este tipo de comportamiento mental queda después en la mayoría de los adultos y, cuando se encuentran en episodios destacados, tales como cuando se enamoran fervorosamente y transitan fanatismos de cualquier grado, ellos hacen su aparición tornándose permanentes los conceptos aceptados de primer momento como válidos.
motivos


Analizando, lo real en estos casos, se bloquea de una manera cortante impidiendo la flexibilidad adecuada para cambiar la manera de pensar y progresar en camino de una posición más favorable.
Es por ello que; no es fácil convencer a alguien amarrado al control de una pareja tiránica, de que le irá mejor dejándola. Es posible encontrar fuertes resistencias en personas que están insertos en una ideología o en una afición fanática. Sus recursos defensivos de seguro se parecerían a las de un niño a quien se le quiere demostrar que; no hay ningún agresor escondido bajo su cama o, que podría encaramarse sobre su bicicleta sin las pequeñas ruedas estabilizadoras.

Miedos y temores

Los miedos que no se superan en la edad infantil, en la generalidad de las veces son poderosas fuerzas motivadoras en la adultez. Ellas son determinantes en muchas de las conductas que se intentan explicar con ideologías o temas invariables, que son la causa de que haya tanto manipulador, dispuesto a llenar el saco con indefensos incautos.

Luego entonces; existe una única esperanza para alcanzar una libertad plena, individual, es abandonar los patrones no consolidados y creer con base en la realidad objetiva. ¿Comenzamos ya? ¿Inmediatamente?