viernes, 25 de marzo de 2011

NATURALEZA INCLEMENTE Y EL HOMBRE IRRESPONSABLE



Estamos desde hace algún tiempo, viviendo una etapa crítica, alienante en el mundo entero. Los fenómenos naturales se han ensañado de una manera feroz con la humanidad; sobre todo con el continente asiático, que ha sido la parte del mundo más golpeada por terremotos y tsunamis dejando a su paso millares de víctimas fatales, desaparecidos y centenares de miles damnificados, al punto que aún hoy día no se recuperan totalmente su normalidad, ni superado el trauma de haber perdido familias enteras, economías en bancarrota, ciudades y aldeas devastadas, agricultura arrasada.

Aún la humanidad no se recupera de tanta saña natural junta, cuando acontece el terremoto de Japón de más de 7 grados en la escala de Richter y por desgracia casi de inmediato posteriormente; el despiadado tsunami que por  sus efectos devastadores daña 4 reactores nucleares de la planta de producción de energía eléctrica de la isla de Fukushima. Para el momento en que me encuentro haciéndoles este relato; para ustedes los que tienen la gentileza de leerme; les cuento que aproximadamente 27.000 víctimas fatales entre el terremoto y el tsunami se han producido, más la avería de 4 reactores de los 6 que conforman  la planta nuclear de Fukushima. Por los efectos de escape radiactivo de los reactores dañados ahora vendrán  las víctimas de la radioactividad que; según la experiencia vivida en Rusia con Chernóbil con expectativas de decenas de años produciendo todas las enfermedades relacionadas por los excesos de radiación en los seres vivos, más muertes por esta misma razón.

La energía nuclear se dice o lo dicen los científicos que la defienden, que es menos contaminante que los combustibles fósiles en lo inmediato algo que; no es totalmente cierto, además de los residuos del combustible nuclear que tarda miles de años en perder sus efectos mortales en la raza humana o en cualquier ser vivo biológicamente hablando. Por cierto se dice que algunas formas de vida terrestre pueden soportar vivir en un ambiente radiactivo como; la cucaracha por ejemplo. Lo que no sabemos son las consecuencias de las mutaciones lógicas que sufrirá cualquier ser vivo que reciba altas dosis de radiación. Luego el alto costo de las tecnologías para envasar los residuos del combustible nuclear para su posterior depósito en grandes cuevas subterráneas, que de producirse un fortuito escape radiactivo, no sabríamos la cuantía del daño a los acuíferos subterráneos para el consumo humano y la agricultura. En verdad una catástrofe  de impredecibles consecuencias para la humanidad.

La energía nuclear no es ni con mucho todo lo segura que nos venden. Cuando colapsa un reactor nuclear, sus consecuencias en el momento no son ni siquiera razonablemente cuantificables. En el mundo entero se encuentran o existen 442 reactores nucleares, repartidos entre países del primer mundo y el resto. En Japón existen 54 reactores nucleares operativos y 2 en construcción. Japón es la tercera economía del mundo globalizado, experticia comprobada en energía nuclear. Estamos comprobando en la realidad del día a día; no virtual, que esta experticia es relativa y que los peligros de la energía nuclear no discriminan entre ricos y pobres, ni países del primer mundo o el resto.

Otra noticia que ha impactado y ha evolucionado paralelamente pero; en otra parte del mundo y, por cierto ha sido opacada por la mayor importancia de los acontecimientos de Japón: Es la masacre de parte de la población de un país del norte de África en la región del Magreb. La tragedia de Libia es haber sido mandada y mal administrada por este dictador que asume la presidencia de esta nación en el año de 1969 a consecuencia de un golpe de estado. Se convierte en amo de vidas y haberes de esta nación e instaura un gobierno de corte nepótico junto con su familia. Moamar Gadafi es un dictador autoritario que divide a la sociedad libia entre los que están con él y los que no; polarizándola, porque en base a esta estrategia somete en un  puño a este pueblo que sufre la bota despiadada en el cuello de este reyezuelo, ignorante, sin ideología política definida. Pero no tiene la culpa el ciego sino; el que le da la vara. Todo esto pasa ante la vista complaciente de las potencias occidentales y Rusia que ven a Gadafi como alguien molesto pero no peligroso, craso error. Con el decursar del tiempo, este; empieza a exportar su loca revolución a sus vecinos, financia terroristas, convirtiendo el norte de África en un polvorín, hasta que el presidente Regan decide darle un parado. Pero a todas estas las potencias de occidente, le estaban vendiendo armas de todo tipo y colores: Francia, Rusia, Alemania, Estados Unidos, y hasta la extinta Yugoeslavia participaron de la rebatiña de dólares de Gadafi: aviones, tanques, helicópteros, misiles, defensas antiaéreas… De paso contribuyeron a edificar grandes depósitos de chatarra belicista en perjuicio del pueblo libio.

A la vista de todos nosotros están las consecuencias de estas complicidades hipócritas del comercio globalizado y las conductas éticas cuestionables de las grandes potencias.

Para terminar: hay que mencionar muy de paso aunque sea, los fenómenos naturales  que por  su fuerza titánica devastadoras son causantes de grandes penurias en gran parte del mundo. Los fenómenos climatológicos del Niño y la Niña en América Latina, causantes de muerte, y enormes tragedias en todo el continente. El terremoto de Chile y luego el de Haití; que hasta el momento de hoy existen secuelas y se sufre todavía su paso arrasador. Los científicos de acá y de allá le echan la culpa al recalentamiento de la tierra, al crecimiento del agujero en la capa de ozono que protege al  planeta… Aparentemente esto es cierto en cuanto a la fenomenología natural. En cuanto al desgobierno de algunos gobernantes; los pueblos tienen que tomar conciencia y anteponer  los intereses del colectivo a los intereses personales o partidistas ideológicos y de esa forma votar siempre por la persona más apropiada para gerencial su país (mandar, gobernar).










                                                                                                                  gerag