¿Qué es más frustrante, un país pasivo que no tiene
conciencia de las cosas que ha perdido y las que ha dejado de ganar o, un mal
gobierno? Que ha perdido la brújula, que se ha desviado de la ruta democrática,
que ha dejado de lado al pueblo que un día volcó sus esperanzas basadas, en las
promesas que en un periodo electoral le vendieron, prometiéndole el paraíso
terrenal
¿Qué se hicieron los dólares?
¡Pues bien! Al parecer en Venezuela, lamentablemente
se han ensamblado las dos situaciones, concatenado, fusionado. La situación
política, social, económica en fin, el diagnostico que se puede aplicar a
nuestro país es de caos. ¡Qué tristeza! ¿Cómo es posible que hayamos arruinado
a la nación en la mejor época de bonanza petrolera de toda la historia del país
que, es eminentemente petrolero. ¡Jamás en Venezuela había entrado un torrente
de dólares igual en los últimos 10 años!
Resultado; la mayor inflación del mundo, escasez de
las medicinas de todos los órdenes y especialidades, léase, cáncer, diabetes,
hipertensos, renales y… 75% de todo lo que ponemos en la mesa es importado.
Colas para comprar alimentos, detergentes, artículos de primera necesidad en
general, artículos de tocador e higiene; papel tóale, pasta dental, desodorantes,
jabón de baño. Ahora todo eso es traído importado de Colombia, es más económico
traer de allá estos artículos que fabricarlos en el país, por la escasez de
divisas (dólares), para comprar materia prima para su elaboración.
Ahora; no hay repuestos para vehículos automotores;
baterías, alternadores, cauchos, bujías importadas de mala calidad, repuestos
para la maquinaria industrial, materia prima para la elaboración de alimentos,
maíz, soja, latas de aluminio, leche, margarinas, pulpa de frutas…
Este es el panorama que nos muestra las
consecuencias de la inflación y la corrupción a todos los niveles. Vamos al
campo social. Sueldos y salarios de hambre. Todos los aumentos de salarios
pírricos por demás se los come la inflación, la gente no tiene ni para pagar el
servicio eléctrico, que además es deficitario y de mala calidad.
La inseguridad: El cáncer de la sociedad venezolana
dónde no se respeta ni al rico ni al pobre, ni militares ni civiles, esta plaga
está matando a lo mejor de Venezuela, que, son sus jóvenes y estudiantes, sin
que el gobierno consiga la fórmula mágica para controlar ese flagelo que tiene
como padre y madre la impunidad, orfandad de la justicia, poder judicial
corrupto, corrupción de los funcionarios policiales y las instituciones encargadas
de brindarle seguridad a los ciudadanos.
Podemos decirles que, lo que hemos enseñado acá es
apenas la punta del iceberg, la situación es más grave aún, hay que vivirla
para creerlo. Aquí quien no quiere ver la realidad es el gobierno y una parte
de este pueblo que está enchufado en la esfera oficialista que todavía piensa
que esta forma de gobernar es eterna. Ellos saben que ninguna fórmula de
gobierno es eterna y, que así como llegaron van a salir. Que recuerden a los
romanos, Hitler, la Unión Soviética, Mao, Perón, Noriega en Panamá etc, etc.
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