La Venezuela nuestra de hoy
La solidaridad, la democracia, y hasta la
generosidad, al parecer son términos olvidados en este vecindario llamado América
latina. Al parecer estos términos antes ponderados por todos los gobiernos de
la región, hoy son solo letra muerta. Tanto; que parecen ser, solo recursos
retóricos para deslumbrar a sus con ciudadanos.
Venezuela, está viviendo en el presente la amargura
de estar sufriendo un régimen, con todos
los ingredientes de una dictadura de izquierda, autoritaria-militarista, donde
todas las instituciones que deberían estar al servicio de la ciudadanía está al
servicio de este régimen de oprobio, donde el ciudadano está a la merced de lo
que disponga el estado, sin derecho a la defensa y con el peligro cierto de
encarcelarlo sin acceder al beneficio del debido proceso.
Desde mediados del mes de febrero, los estudiantes y
la sociedad civil se han volcado a las calles, en protesta por el alto costo de
la vida, la escasez de los productos de la cesta básica, la inseguridad personal,
la inflación más alta del continente, la corrupción y el autoritarismo.
La respuesta recibida de parte del régimen es; una
represión nunca vista en Venezuela, no accionada ni en la época de la dictadura
del general Pérez Jiménez, encarcelamiento de los líderes de la oposición,
entre ellos; Leopoldo López coordinador del partido político Voluntad popular,
además de un número importante de presos políticos, a los que se les forjaron
expedientes y luego con la confabulación del poder judicial,
meterlos a la
cárcel, tal es el caso del señor Iván Simonovis y otros procesados.
Pero esto no termina ahí, en estas protestas ya se
han producido 39 muertos producto de la violencia y la represión, más de 500
heridos y más de dos mil detenidos, de los cuales aproximadamente han liberado
un poco más de mil, con medidas cautelares de presentación y prohibición de
participar en las manifestaciones.
Han
encarcelado a dos alcaldes de oposición, acusados de colaborar con los
manifestantes, y despojaron de la diputación, cargo de elección popular, a la
diputada María Corina Machado, la diputada más votada para ese cargo a la
Asamblea Nacional, sin haberle hecho antes el antejuicio de mérito.
Como corolario, hay que decir; que han aplicado la
censura a los periódicos, medios televisivos y radio eléctricos de tal manera
que no pueden publicar las noticias que toquen de frente al gobierno y/o
critiquen a los funcionarios públicos, con amenazas de cierre o suspensión de
la permisología, corte de los recursos (dólares) para la compra de papel
periódico a los medios de oposición. Estas medidas, son por encima, sin entrar
en profundidad de la actual situación venezolana.
Esto; que está plasmado aquí, es lo que no quieren ver
el 90% de los gobiernos de América latina, miran para otro lado y tuercen la
nariz cuando se habla de la situación que vive Venezuela. Salvo las honrosas
excepciones de Canadá, Colombia, Estados Unidos, México, Chile, Panamá, todos
nos dieron la espalda, incluso la OEA, pusilánimes; que han interpuesto sus
intereses económicos a la democracia verdadera, los chulos que han usufructuado
de la fiesta de dólares repartidos por Venezuela, gracias a los irresponsables
que nos han gobernado los últimos 15 años.
Sin embargo, deben recordar que el proyecto de la
internacional socialista-comunista-castrista tiene en la mira a varios países
de este continente, no se crean que estén a salvo de esta desgracia que hoy
sacude a nuestro país. Después no vale llanto ni arrepentimiento, ni sus
discursos trasnochados de plañideras, ni su hipócrita conmiseración. Guárdenlas
para su propia miseria.
Caso aparte, el de Brasil; con su complejo de
potencia continental, con su canciller apoyando irrestrictamente al régimen
venezolano. Ellos los brasileiros saben de lo que pasa en nuestro país, pero a
su presidenta no le importa. Para el gobierno de Brasil es más importante el
comercio, los negocios, bastante que se han beneficiado en estos 15 años
pasados, a expensas de Venezuela. Ojalá no se arrepientan nunca.
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