VACUNA PARA LOS FUMADORES
En Estados Unidos unos científicos crearon una
vacuna que previene que la nicotina llegue al cerebro, y por lo tanto
impidiendo que el cigarrillo produzca placer en el fumador. Según los
investigadores del Colegio Médico Weill Cornell, una dosis única de la vacuna
logró, en experimentos con ratones, proteger a los animales de la adicción a la
nicotina durante toda su vida.
Confirmando así los resultados, la estrategia podría
potencialmente convertirse en un tratamiento para ayudar a los fumadores a
dejar el hábito, afirman los científicos en
Science Translational Medicine (Ciencia Medicina Translacional). La
nicotina que es uno de los elementos más adictivo que se conoce, contiene
sustancias que incrementan los niveles de un compuesto químico cerebral en los
llamados “circuitos de recompensa” del cerebro.
Los placeres del fumador
Y este incremento produce la euforia, relajación y
placer que siente el fumador con un cigarrillo. Cuando se aspira el humo del
tabaco, la nicotina pasa en segundos por los pulmones hacia la corriente
sanguínea y una vez ahí pasa al cerebro y se adhiere a los circuitos de
recompensa para desencadenar sus efectos placenteros y de adicción. Desde hace
largo tiempo los científicos están buscando la forma de bloquear el camino de
la nicotina hacia los circuitos de recompensa cerebrales para proteger al individuo
de la adicción.
Se intentó crear anticuerpos que lanzaran una
respuesta inmune contra la nicotina en el organismo.
Pero; tal como explican
los investigadores hasta hora esa estrategia ha sido imposible porque la droga
es tan pequeña que el sistema inmune no puede detectarla y puede pasar
desapercibida. Y además los anticuerpos desarrollados hasta ahora habían tenido
una vida demasiado corta y por lo tanto no habían sido útiles en la prevención
de la adicción. Los investigadores de Weill Cornell parecen haber encontrado
una solución a estos problemas.
Anticuerpos
Lo que hicieron fue utilizar el hígado de los
animales como “fábrica de producción” de anticuerpos capaces de atacar a la
nicotina en el mismo momento en que la droga entra a la corriente sanguínea,
evitando que esta llegue al cerebro. Los investigadores utilizaron la secuencia
genética de un anticuerpo anti nicotina que había sido creado previamente y lo
colocaron en un vector -un virus- que inyectaron en los ratones adictos a la
nicotina. Cuando los animales recibieron la inyección comenzaron a producir
continuamente el mismo anti cuerpo en el hígado y luego estos comenzaron a
flotar en la corriente sanguínea para atacar a la nicotina.
Las pruebas posteriores mostraron que; en los
animales tratados con anti cuerpos, su concentración de nicotina en el cerebro
era de solo el 15% de la concentración de los animales que no recibieron la
vacuna.
Como
Pac-Man
Según los científicos, los anticuerpos son una
especie de criaturas “Pac-Man” viajando continuamente por el torrente
sanguíneo. Hasta donde podemos ver, la mejor forma de tratar la adicción
crónica a la nicotina es, con estos anticuerpos similares a los Pac-Man, que
están patrullando continuamente por la sangre y evitando que la nicotina tenga
un efecto biológico. Explica el Dr. Ronald Cristal, quien dirigió el estudio.
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