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| Realidad política |
La realidad política
de Venezuela
A despecho del régimen que nos gobierna, ha habido un
crecimiento impresionante de una enorme minoría. Esto, no solamente se reafirma
y refleja en un proyecto programático alternativo sino; que además se convierte
en una invitación tácita y, abierta a compartirla, a hacerse parte de una
sociedad con pluralidad de ideas, de acatamiento, respeto, a la disposición de
construir acuerdos válidos, que serán las bases para superar el sinnúmero de
problemas de nuestra realidad política.
Larga fue la tarea de construir la alianza, con la
definición de los lineamientos de contenido programático, las elecciones
primarias y la construcción y consolidación del perfil y la proyección nacional
de una candidatura de la unidad de la democracia. Los medios internacionales,
gobiernos y analistas que se hacen permeables al discurso de la polarización,
tienen que mirar con mucho cuidado el acontecer político venezolano- si fuera
el caso que ya lo hicieran con el comedimiento de la diplomacia y la fría
realidad del cálculo –para identificar que, tras el proceso electoral de las
elecciones presidenciales, se perfilan cambios de fondo diferentes a los que
pudieran sugerir la óptica y la ineficacia del gobierno.
La lectura que hace la comunidad internacional es que hay
dos polos enfrentados, que a mi juicio es parcial e irreal, cuando no descarado
y oportunista. Para nosotros los venezolanos el desafío que se nos presenta, es
sostener la voluntad despolarizadora. Es ahí donde tenemos la clave para valorar
lo logrado, para trabajar arduamente en la construcción sobre las omisiones y
errores, para evitar encomiásticamente que el discurso polarizador nos agreda y
detenga.
La sociedad venezolana en estos catorce años de gobierno del
Sr. Hugo Chávez con su “revolución del siglo XXI” hemos entrado en una etapa de
involución a todas luces perniciosa para toda la ciudadanía.
Desafortunadamente, este socialismo que se practica en Venezuela es el peor de
todos; autoritarismo-socialismo, confiscadór de la voluntad democrática del
pueblo, con medidas y leyes anticonstitucionales para blindar su proyecto
político personalista, huérfano de cualquier ideología que verdaderamente lo
identifique.
Se pretende instaurar un estado comunal en el mediano plazo
para prescindir de las gobernaciones y alcaldías, para terminar de consolidar
todo un estado centralizador, en el cual todo dependa del gran padre estado.
Convirtiendo la administración pública en algo menos que paso de tortuga. Amén
de un gobierno netamente sectario y excluyente que gobierna de espaldas a la
mitad de la sociedad venezolana, en una acción perversa de favorecer a la otra
parte de la sociedad clientelar, que son las clases de menores recursos, dando
la impresión de mantenerlos ex profeso de esta manera para mantener su
plataforma de proyección, hacia un futuro estado comunista que es el fin
verdadero.
Me viene a la memoria recordar las palabras que un buen día
pronunciara el desaparecido Dr. Rafael Caldera, dos veces presidente de la
república y quien fuera el que le diera el beneficio del indulto presidencial
al actual presidente de Venezuela, Hugo Chávez quien se encontraba preso en
Yare por golpista. Decía el Dr. Caldera; “los pueblos no se equivocan”, en este
momento disiento de la opinión de este notable venezolano. Los pueblos si se
equivocan, de no ser así; porque Alemania tuvo su Hitler, Rusia a su Stalin,
Italia a su Mussolini, en los tiempos recientes; Gadafi en Libia, Husein, y
tantos otros gobernantes, Fidel Castro en Cuba en nuestra región del Caribe.
La tragedia no termina ahí; en la región latinoamericana
tenemos gobiernos pro-autoritarios-socialistoides en: Bolivia, Ecuador, con
algunos escarceos de la misma factura con Cristina Kirchner en Argentina,
Brasil aparentemente implementa un socialismo más sano que los antes nombrados,
parece ser así, puesto que es una de las economías más importantes del mundo.
Así están las cosas. Cada 20 o 30 años se producen las mismas o parecidas
crisis en cualquier región del mundo, recuerdan a los países del este, de la
órbita soviética, las Alemanias con su muro de Berlín, después Yugoeslavia.
Afortunadamente todos han fracasado, desgraciadamente después de haber bañado
en sangre y tragedia a sus pueblos.
Eso es lo que se pretende en Venezuela, así como en algunos
de los países nombrados de la región, Nos hemos olvidado del pasado de
Nicaragua, Honduras, Granada, Panamá y la decana Cuba de los hermanos Castro,
Entonces los pueblos si se equivocan, existen razones que lo sustentan
finalmente.
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